Vistazos a los estilos tradicionales de vajilla de cocina

La vajilla artesanal es una manifestación del espíritu y la cultura de la naturaleza, la vida y la empatía de artesanos que hablan poco. Los artesanos son silenciosos y concentrados, pero al contemplar la delicada y exquisita cerámica, nos damos cuenta de que cada plato y cuenco de cerámica posee una fuerte y apasionada emoción de nuestra humanidad.

¿Qué es la porcelana japonesa? ¿Se trata de sus encantadoras pinturas decorativas? ¿O de la técnica de moldeado y la precisión de los artesanos que preservan una larga historia del arte del este de Asia? Muchas personas sienten una sensación de paz y bienestar, ya sea un plato monótono de azul celadón o una fabulosa copa de vino pintada con flores rosas y un contorno de líneas doradas.

Este artículo le presentará las diversas variaciones de estilo, textura y colores de la porcelana y otros artículos de cocina en todo el país, brindándole una visión del rico mundo de la artesanía fina.

En la cocina japonesa, encontramos platos elaborados con delicadeza. El pescado y las verduras se sirven frescos, y sus exquisitas expresiones nos deleitan.

Los pequeños aperitivos suelen presentarse en una bandeja cuadrada de madera, recubierta de una luminosa laca negra. Sobre la superficie lacada se encuentran finos dibujos dorados, ilustraciones de flores y pájaros. A menudo, estos pequeños animales y follaje se esconden debajo, dándonos una pequeña sorpresa al terminar el plato.

Las placas de laca negra son ligeras como el aire, en contraste con el luminoso y profundo tono oscuro de la superficie. La intensidad de la oscuridad y la fusión de los reflejos de luz evocan una profunda sensación, a pesar de su pequeño tamaño y la ligereza de su presencia física ante nosotros.

En los fríos días de invierno, quizás para una taza de té caliente, nos sirve una tetera de hierro fundido hecha de hierro negro del norte. El hierro pesado ilumina la luz que refleja el fuego o la luz del sol que entra en la habitación. Los finos puntos aplicados a mano en la superficie del hierro evocan la lluvia de granizo. La oscuridad y el resplandor del hierro, mis dedos, perfilan el suave acabado pulido del mango.

Ya sea en gres o porcelana, ya sea el color base blanco lechoso o el simpático amarillo de un queso joven, no sorprende que las personas que buscan serenidad y paz en sus asuntos cotidianos encuentren un consuelo nostálgico al mirar estos gres en tonos tierra.

El cuenco de arroz, la arcilla marrón se funde con el esmalte, la tinta y el esmalte se solidifican, formando un patrón arbitrario y libre.

La cerámica de las regiones pastorales, acorde con las exigencias de la vida cotidiana, se fabrica más gruesa y resistente, con un peso, un diseño y una textura robustos, propios de una constitución sana y robusta. Las líneas y pinceladas son signo de una energía productiva, audaz, fluida y vigorosa. Nos evoca el paisaje de granjas y montañas, de los cultivadores de arroz, bajo un cielo despejado y sin nubes.

La tinta, elaborada con minerales de hierro, se aplica sobre pequeñas placas blancas, mostrando un patrón rítmico y natural: cada hierba, cada pétalo, cada línea de un cuadrado. Los encantadores cuencos y platos nos evocan al artesano de los pueblos remotos del campo, trabajando en silencio en su pintura de líneas.

¿Por qué sentimos calma y serenidad al contemplar el celadón? Los colores rara vez son iguales en cada horno. Sea azul, inicialmente es una idea dentro del sueño de los artesanos. La porcelana terminada muestra un azul perfecto, como un sueño hecho realidad. Posee un brillo sobrio, una mezcla de sombras que transmite una profunda sensación de meditación, y el azul ilumina una emoción empática.

El brillo del blanco nos brinda una luz límpida y hermosa. Las líneas rojas rectas y curvas se funden con las pinturas vegetales verdes y azules. Estos platos nos transmiten la vitalidad y la ilusión creativa de los artesanos por explorar su potencial. Sentimos en estos extravagantes diseños la energía vital de los artesanos de las ciudades, centros de cultura.

Un breve recorrido por algunos de los estilos tradicionales de porcelana, gres y laca de nuestro país. No es necesario ser un experto en bellas artes para apreciarlos. Basta con que el tacto y la vista perciban y sientan la vibrante energía de cada artesanía, elaborada con delicadeza por artesanos que hablan poco.