
Lacado
La laca japonesa, también llamada "shikki" en japonés, es una artesanía con una larga historia que se remonta al 5000 a. C. y cuyos métodos tradicionales aún se conservan. Duradera, ligera, antibacteriana y lo suficientemente robusta como para resistir más de 100 años, la laca japonesa no solo es hermosa, sino también sumamente funcional.
Además de la fina laca japonesa que se encuentra en piezas antiguas y vintage, también hay laca japonesa contemporánea adecuada para la vida moderna, hecha por artesanos que continúan mejorando sus habilidades y heredando la tradición en la actualidad.
Durable, seguro y hermoso
El lacado japonés es una tradición ancestral que se remonta a unos 7000 años, en la era prehistórica de Japón. La laca especial "Urushi" se produce y procesa a partir de la savia del árbol Urushi, que crece de forma natural en el este de Asia.
Las propiedades antibacterianas del urushiol, el componente principal de la laca Urushi, continúan incluso después del curado, lo que hace que los productos de laca japonesa sean herramientas higiénicas que previenen el crecimiento de bacterias.
Además, la laca japonesa no solo es hermosa con su singular brillo transparente, sino también muy robusta, resistente al deterioro, así como a los ácidos y álcalis. Además, la laca japonesa es un vestigio de una larga historia en Japón, por lo que es una herramienta ecológica que puede usarse continuamente conservando su belleza.
En los últimos años, muchos de ellos se han fabricado con resina apta para lavavajillas o pinturas químicas seguras. La producción de estos lacados también se sustenta en la habilidad de artesanos japoneses.
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Más sobre la laca
La historia de la laca japonesa se remonta al período Jomon. La laca más antigua del mundo se descubrió en Hakodate, Hokkaido, y la pieza de Urushi (árbol de laca) más antigua del mundo, de hace unos 12.600 años, se encontró en el montículo de conchas de Torihama en Wakasa, prefectura de Fukui.
Durante el período Jomon temprano (hace unos 9.000 años), se encontró ropa lacada, y durante el período Jomon tardío, se encontraron objetos de madera lacados y muchos otros utensilios cotidianos en sitios Jomon en todo Japón, y más tarde, durante el período Yayoi (300 a. C.-300 d. C.), los usos de la laca se hicieron más diversos, desde herramientas agrícolas hasta herramientas de pesca.
Tras la llegada del budismo del continente en el período Asuka (538-710), la laca adquirió importancia con fines artísticos. Los templos, las estatuas y los utensilios budistas requerían una gran cantidad de laca Urushi, por lo que se estableció una organización gubernamental especializada en la laca. El famoso "Tamamushi no Zushi (Santuario del Escarabajo Joya)" del Templo Horyuji es un objeto de madera lacada, y la laca también se utilizaba para pegar las alas del escarabajo y pintar los laterales.
Desde el período Kamakura (1185-1333), se dividió el trabajo en los procesos de preparación de la base, lacado y decoración. Con la aparición de artesanos especializados, las técnicas de raden y maki-e se perfeccionaron. Por otro lado, con el desarrollo del torno, el lacado se popularizó para la vajilla y los muebles de la nobleza japonesa. Al mismo tiempo, el bermellón y el lacado negro también se utilizaban para los utensilios cotidianos de los monjes y las armaduras de los samuráis.
En el período Edo (1603-1868), al término de las guerras importantes, la laca japonesa se convirtió en una forma de arte exclusivamente japonesa. Cada dominio fomentó su producción, y comenzaron a aparecer obras distintivas en cada región de Japón.
Durante el período Meiji (1868-1912), el gobierno exhibió la laca japonesa en la Exposición Universal celebrada en Europa. Fueron muy elogiadas como artesanías japonesas representativas. Hoy en día, el mundo de la laca se enfrenta a los mismos desafíos que otras artesanías, como la escasez de sucesores y la transmisión de técnicas, pero la cultura de la laca, transmitida de generación en generación, sigue siendo una parte esencial del estilo de vida japonés.
La laca Urushi, utilizada en la laca japonesa, es una resina refinada a partir de la savia que se secreta al raspar el árbol Urushi. Este árbol es caducifolio y está ampliamente distribuido por el este de Asia, incluyendo Japón, la península de Corea y China, y el sudeste asiático, incluyendo Vietnam, Tailandia y Myanmar. En Japón, crece en una amplia zona desde Kyushu hasta Hokkaido. Los árboles más grandes pueden alcanzar una altura de 9,7 metros.
La savia de Urushi recolectada se purifica calentándola y removiéndola con un agitador para eliminar los residuos. El componente principal del Urushi es el urushiol, y cuanto mayor sea la calidad de la laca, mayor será su contenido. El urushiol se endurece al absorber el oxígeno de la humedad del aire, por lo que no causa el síndrome del edificio enfermo, a diferencia de las pinturas químicas, que liberan sustancias tóxicas al evaporarse el disolvente. La laca Urushi es una pintura natural inocua una vez endurecida, lo que la hace segura para la salud humana y el medio ambiente.
Toda la laca japonesa que ofrecemos en Musubi Kiln es de alta seguridad. La laca curada es un material orgánico, no tóxico y sin químicos.
Si tiene un niño en casa, puede que le preocupen las erupciones causadas por la laca Urushi, pero no es raro que aparezcan erupciones por la laca Urushi bien curada. El urushiol, el componente principal de la laca Urushi, es un ingrediente natural con altas propiedades antibacterianas que elimina Staphylococcus aureus, O-157, Vibrio parahaemolyticus, etc., resistentes en la superficie de la laca en 6 horas. Es una buena opción para la vajilla infantil gracias a sus propiedades termorresistentes y su durabilidad.


