Celebrando Toji: El solsticio de invierno en la cultura japonesa

A medida que se acerca el fin de año y las tardes oscurecen antes, nos preparamos para la llegada del solsticio de invierno. En Japón, esta época, conocida como Toji , se distingue por tradiciones como bañarse en agua caliente con aroma a yuzu y saborear platos de calabaza. Existen razones intrigantes detrás de estas prácticas culturales únicas en Japón, que vale la pena explorar para comprender su significado y orígenes.

Toji es el día del año con el período de luz más corto y la noche más larga. En 2023, el 22 de diciembre se celebra el solsticio de invierno.

El solsticio de invierno también se conoce como Ichiyou Raifuku , que significa el regreso del calor del sol. En la antigua China y Japón, el solsticio de invierno era temido como el día en que el poder del sol se debilitaba. Sin embargo, también se consideraba el momento en que el sol comenzaba a recuperar su fuerza, simbolizando un giro ascendente.

La fecha del solsticio de invierno está determinada por la posición del sol y, por lo tanto, es un fenómeno universal. Civilizaciones antiguas con una larga historia astronómica, como Mesopotamia y China, tenían períodos en los que el solsticio y los días que lo rodeaban marcaban el comienzo del nuevo año. Resulta fascinante que, en diferentes regiones, religiones y culturas, se hayan desarrollado costumbres únicas en torno a este evento global.

En cuanto a las costumbres del solsticio de invierno, el baño de yuzu ocupa un lugar destacado. El Toto Saijiki , un libro publicado en 1838 que detalla los eventos anuales de Edo (actual Tokio), menciona que, durante el solsticio de invierno, los baños públicos preparaban baños con yuzu. Aunque bañarse a diario no era tan común en el período Edo como lo es hoy, la práctica de tomar un baño de yuzu comenzó como un ritual de purificación y para atraer la buena fortuna, en consonancia con el concepto de Ichiyou Raifuku .

De hecho, la cáscara de yuzu contiene ácido cítrico y vitamina C, conocidos por ayudar a recuperarse de la fatiga. Tradicionalmente, se dice que "tomar un baño de yuzu previene resfriados durante un año", y sus beneficios para mejorar la circulación sanguínea y aliviar la sensibilidad al frío están científicamente comprobados. ¿Por qué no tomarse un momento durante el solsticio de invierno para rejuvenecerse con un relajante baño de yuzu?

Para un baño de yuzu, puedes echar yuzu entero en agua caliente o cortarlo en rodajas o mitades para una fragancia más intensa y que libere sus propiedades beneficiosas. Sin embargo, esto puede provocar que las semillas y la pulpa floten en la bañera después de un tiempo, así que es más fácil limpiarlas si las colocas en una bolsa de gasa.

Otra tradición muy conocida del solsticio de invierno es comer calabaza. Las calabazas, cosechadas en su máximo esplendor en julio y agosto, se pueden conservar a temperatura ambiente durante largos periodos.

Las calabazas son ricas en vitaminas, minerales, calcio y fibra dietética. Antiguamente, no era fácil consumir verduras durante todo el año, por lo que comer calabazas nutritivas y fáciles de conservar durante el solsticio de invierno era una forma de que los antepasados ​​japoneses se prepararan para el crudo invierno.

También se dice que es bueno comer alimentos que terminan en la sílaba "n" durante el solsticio de invierno. Se considera que estos alimentos traen buena fortuna, conocidos como Un mori en japonés. Se cree que los alimentos con dos sonidos de "n" duplican la fortuna y son auspiciosos, conocidos como Toji no Nanakusa , o las siete hierbas del solsticio de invierno.

Los siete incluyen:

• udon "fideos"
• Kanten "agar"
• kinkan "kumquat"
• ginnan "ginkgo"
• nankin "calabaza"
• ninjin "zanahoria"
• renkon "raíz de loto"

El solsticio de invierno coincide con el ajetreo de fin de año, y uno podría sentirse un poco agotado. Pero al pasar esta noche tan larga, los días se harán más largos y la luz del sol se extenderá cada día a medida que nos acercamos lentamente a la primavera.

El nuevo año ya está en el horizonte. Preparémonos para él, esperando que sea un buen año.