La olla de barro japonesa GINPO Kikka Banko Donabe es la nueva generación de ollas de barro que se adaptan al estilo de vida moderno. Es más fácil de manejar y permite disfrutar de comida recién hecha en la mesa.

Es un 15% más ligero que los productos convencionales conservando las propiedades de retención de calor de las ollas de barro.

Con una forma un poco superficial, del tamaño de 1,9 L (64,2 oz) es adecuado para que de 2 a 3 personas disfruten de los platos Donabe.

Para otros platos como sopa, guiso, curry y fondue de queso, puede cocinar hasta 3 o 4 personas.

La parte negra del cuerpo utiliza un esmalte de desarrollo propio que previene olores y manchas. La base exterior del Donabe no está esmaltada, ya que está expuesta al calor directo. Es posible que aparezcan manchas por ebullición en la base exterior al empezar a usar el Donabe.

El diseño se adapta a la diversidad de interiores actuales. Para crear una mesa hermosa, la paleta de colores se inspira en los colores tradicionales japoneses. Disponible en azul marino y marrón.

Nota:

Se puede usar con llama abierta, placa eléctrica y horno. Sin embargo, la tapa no es apta para horno.

Pero no es compatible con placas de inducción.

Se puede utilizar inmediatamente después de la compra ya que no necesita condimentarse antes de su uso.

DETALLE DEL PRODUCTO

• Cantidad : 1
• Dimensiones : D 24 cm (9,4 pulgadas) x H 13,5 cm (5,3 pulgadas) / Para 2 a 3 personas
• Capacidad : 1,9 L (64,2 oz)
• Material : Gres (Utensilios de cocina que no sean de inducción)
• Origen : Hecho en Japón - Bankoware
• Marca : GINPO
  
  
  
  

GINPO

En 1932, Sutematsu Kumamoto, la primera generación de la empresa, construyó una fábrica para lograr una fabricación de alta calidad con la que pueda estar satisfecho. En medio de dificultades y desafíos, escuchó las opiniones de los usuarios y continuó desarrollando ollas de barro que se adaptan a la vida de las personas. La serie "Kikka", completada a lo largo de esta historia, continúa alegrando a comensales de todo el mundo.

La cerámica Banko surgió a mediados del siglo XVIII, fundada por Numano Rozan, un comerciante culto de la ciudad de Kuwana, en la prefectura de Mie. Apasionado de la ceremonia del té, Rozan comenzó a crear su propia cerámica, lo que marcó el inicio de la cerámica Banko.

A diferencia de la mayoría de las cerámicas japonesas que llevan el nombre de sus regiones, la cerámica Banko toma su nombre del sello "Banko" o "Banko Fueki", que significa "eternidad". Esto reflejaba el deseo de Rozan de que sus obras perduraran en el tiempo.

En una región con arcilla natural limitada, los artesanos cultivaron técnicas únicas mediante la creatividad y la perseverancia. Este espíritu de innovación, arraigado en la tradición, sigue definiendo la cerámica Banko en la actualidad.