Vaso de whisky con abanico de crisantemo y lapislázuli

Elaborado con el intrincado motivo de crisantemo conocido como kikutsunagi , este vaso de whisky representa la cumbre del arte Edo Kiriko. El patrón kikutsunagi, caracterizado por sus líneas increíblemente finas, exige un alto nivel de habilidad, precisión y concentración por parte del artesano, lo que lo convierte en uno de los motivos más desafiantes y venerados.

El suntuoso color lapislázuli del vidrio añade una capa de opulenta belleza, contrastando su claridad y suntuosidad con el motivo texturizado. Este exquisito color, combinado con la detallada artesanía de las formas kikutsunagi y de abanico, realza la lujosa sensación del vidrio. La suave textura del vidrio virgen contrasta maravillosamente con la experiencia más táctil donde se aplica el motivo, invitándote a explorar la maestría con tu tacto.

Con capacidad para hasta 150 ml (5,3 fl oz) de su bebida favorita, tiene el tamaño adecuado para lo que esté en el menú, y la estrella tridimensional en la parte inferior eleva instantáneamente el aspecto visual del cóctel, cóctel sin alcohol o cualquier otro líquido en el interior.

Vidrio Kiyohide

Transmitiendo la técnica tradicional del pulido a mano, la cristalería de Kiyohide posee un brillo fascinante que cautiva al observador. Como miembro certificado de la privilegiada Asociación Cooperativa Edo Kiriko y artesano de renombre nacional, Kiyohide nos presenta los diseños más refinados y sofisticados en el arte de la cristalería.

Tokio, la capital de Japón, es también un centro de artesanía. Entre ellas, el vidrio Edo y el Edo Kiriko son piezas de cristalería japonesa tradicional que se han transmitido de generación en generación durante unos 200 años en la ciudad de Edo, el antiguo nombre de la zona central de Tokio.

Estos artículos de vidrio maravillosamente brillantes han sido refinados en la ciudad de consumo más grande de Japón, continuando la buena y antigua tradición japonesa hasta la era moderna.