Jarrón de flores de crisantemo y agua corriente de Hirado

Este exquisito jarrón de porcelana, con la elegante forma de una calabaza, realza la inigualable artesanía del maestro artesano Nakazato Ichiro. A primera vista, los delicados crisantemos, esculpidos con extraordinaria precisión mediante la técnica kikka-kazari zaiku , cautivan la vista. Cada pétalo se talla meticulosamente en porcelana con una herramienta puntiaguda de bambú y luego se alza con cuidado para crear flores tridimensionales de gran realismo. Aunque están hechas del mismo material, cada flor es única: no hay dos pétalos ni flores idénticos. A medida que el esmaltado se asienta y la pieza se hornea, las arrugas, antes definidas, se suavizan, evocando las suaves curvas de los crisantemos auténticos.

Lo que realmente distingue a este jarrón es la armoniosa fusión de arte escultórico y pictórico. Bajo los crisantemos en cascada, la mitad inferior del jarrón está adornada con un motivo sometsuke azul y blanco, una elegante representación del agua fluyendo. Las pinceladas fluidas expresan el tranquilo movimiento de un arroyo, ofreciendo un sereno contraste con la vibrante textura de las flores que lo coronan. En Japón, tierra bendecida por la abundancia de agua, este auspicioso motivo se suele representar junto a flores y paisajes, con patrones que a menudo se combinan para crear significados complejos.

Los suaves tonos azules del paisaje de sometsuke y de las hojas de los crisantemos entrelazan las secciones superior e inferior creando una narrativa cohesiva, mientras que la luminosa porcelana blanca sirve de prístino telón de fondo para la maestría de Nakazato. La silueta de la calabaza acentúa aún más esta unidad, con sus curvas que guían la mirada desde las fluidas líneas del agua hasta las intrincadas flores, invitando a la admiración sin fin.

Nakazato Ichirō

Nakazato Ichiro, el maestro de la 17.ª generación del horno Danemon Hirado Kohsyo, se erige como guardián de la técnica de grabado fino del crisantemo Hirado y añade sus sutiles innovaciones al tiempo que honra este antiguo oficio.

Ha dedicado su vida a dominar y preservar la técnica, creando etéreas flores tridimensionales que parecen danzar sobre la delicada superficie blanca de la cerámica Mikawachi. Sus obras trascienden la mera excelencia técnica, revelando no solo la profunda belleza de la artesanía tradicional, sino también atisbos del alma de un artesano cuya vida se ha vuelto inseparable de su arte.

La cerámica Mikawachi, también conocida como cerámica Hirado, es una cerámica elaborada en la ciudad de Sasebo, prefectura de Nagasaki, Japón. Conocida por su porcelana blanca translúcida, fue muy popular en Europa durante la expansión de la artesanía japonesa en Occidente en el siglo XX. La cerámica Mikawachi destaca por sus delicadas técnicas de modelado que trascienden los límites de la porcelana, como el calado y el tallado en relieve, y por su hermosa pintura que parece una obra de arte única.